La enfermedad de Freiberg o Kohler II es una necrosis que se produce en el tejido óseo que, normalmente, afecta a la cabeza del segundo metatarsiano. Es una patología que padecen principalmente mujeres.
Se caracteriza por un gran dolor y, en ocasiones, también hinchazón en la parte delantera del pie, que puede llegar a limitar el movimiento.
Existe controversia a causa de la enfermedad de Freiberg, y posiblemente, su origen se deba a múltiples factores. Se supone que puede estar causada por la disminución del torrente sanguíneo en la zona, pero también suele estar relacionada con traumatismos agudos o repetidos en el tiempo, así como con el uso de forma frecuente de tacones altos o la práctica de deportes de contacto como pueden ser el atletismo o el baloncesto.
Debido a la falta de vascularización en el dedo, o en la cabeza del metatarso, durante el periodo de curación del traumatismo se produce una deformación de la articulación que, a su vez, provoca dolor, falta de movilidad y crecimiento óseo excesivo. El segundo metatarsiano es el que se afecta con más frecuencia al ser más largo que el resto y al estar más expuesto a traumatismos repetidos.
La enfermedad de Freiberg es, en definitiva, un colapso del hueso, una necrosis y una fisura en el cartílago. Por lo tanto, el síntoma más evidente de esta patología es el dolor, que puede ser más o menos intenso y empeora cuando el paciente pasa mucho tiempo de pie, cuando anda o cuando lleva tacones altos.
El diagnóstico se lleva a cabo mediante una radiografía, donde se aprecia el aplanamiento de la cabeza del segundo metatarsiano y el ensanchamiento en la zona articular, o a través de una gammagrafía ósea.
Para solucionar esta patología existen varias alternativas de tratamiento.
En un primer momento, a la hora de llevar a cabo el tratamiento conservador, recetamos analgésicos, infiltraciones de carácter local o el uso de plantillas u óstesis. Para mejorar el dolor es conveniente el reposo, mantener la extremidad elevada y aplicar hielo en la zona cada 15 minutos aproximadamente.
Este tratamiento conservador intenta descargar presión de la articulación, sin embargo, si la falta de movilidad y el dolor perduran, debemos recurrir al tratamiento quirúrgico, que ayudará al paciente a recuperar la movilidad perdida y a eliminar por completo el dolor y las molestias del pie.
Existen numerosos tratamientos quirúrgicos indicados para tratar la enfermedad de Freiberg, como, por ejemplo, la artoplastia por resección o con implante protésico, los injertos óseos, las osteotomías, la artroscopia, etc.
Pero la elección de una opción u otra dependerá de las condiciones, características y estado del metatarso del paciente.
